
La política medioambiental de Donald Trump
Ya es un hecho que Donald Trump es el nuevo presidente electo de los EEUU para los próximos cuatro años. Y durante la campaña electoral, uno de los aspectos más preocupantes para los oponentes ha sido su propuesta en materia de política medioambiental.
Según Trump, el concepto de “cambio climático” ha sido un término creado a nivel global (no sabemos por quién) para frenar la capacidad productiva de China, como economía emergente desde hace relativamente pocos años.
Partiendo de esa base, y según sus percepciones, este concepto no tiene un fundamento básico que lo sustente, y por tanto, su planteamiento inmediato es salirse del pacto mundial por la lucha contra el cambio climático y recuperar la economía basada en combustibles fósiles, como el petróleo y el carbón.
Entonces, en lugar de fomentar las energías limpias y renovables, paradójicamente, estaríamos en un punto de inflexión hacia la recuperación de los hábitos generados durante este siglo y el anterior, que nos han llevado a la situación actual.
Muchos y prestigiosos científicos e investigadores ya han advertido del peligro que supone para el planeta este tipo de medidas contraproducentes. Ya hemos vivido de cerca las situaciones de contaminación que se están viviendo en grandes ciudades que, como Madrid, experimentan con cierta frecuencia. Aún en países en vías de desarrollo todavía es más acuciante, como es el caso de Nueva Delhi (India), donde los niveles de contaminación han sobrepasado los límites máximos de calidad del aire hasta en 90 veces, durante esta semana.
Con todo esto, resulta preocupante que, un país que es la primera potencia mundial y que además, para muchas cosas, es un reflejo de prosperidad, interprete de una forma banal la gestión de su política medioambiental y sobretodo, que la supedite al crecimiento económico, basado en arquetipos obsoletos y que tanto perjuicio han causado ya al medioambiente.
Desde aquí, sólo nos queda seguir trabajando en nuestras rutinas diarias para el control de la energía, y fomentar el reciclaje y la correcta gestión de residuos todo cuanto podamos, teniendo en cuenta la sostenibilidad medioambiental, que es la única que garantizará nuestra supervivencia.
Confiamos en que con la llegada a la Casablanca, la política medioambiental de Donald Trump se modere y tome conciencia de la realidad de un problema que nos afectará en un futuro muy próximo, si no se ponen medios a nivel global y de forma inmediata.