Efectos del confinamiento en la contaminación
A causa de las medidas tomadas para luchar contra el coronavirus, en la que la mayor parte de la población de muchos países permanece confinada en sus casas y la actividad económica se ha visto reducida a lo meramente esencial, la contaminación del aire se ha visto muy reducida. En el post de hoy, os contaremos más datos sobre estos efectos del confinamiento en la contaminación y su posible reversión.
Según el portal Carbon Brief, la reducción de la contaminación resultante de la actual situación de pandemia mundial podría llevarnos a una reducción temporal de las emisiones globales. Se estima una reducción de alrededor del 7%, cifra que se acerca a los objetivos establecidos por el acuerdo de París para 2020 y que, a priori, puede parecer esperanzadora.
NIVELES BAJOS DE CONTAMINACIÓN EN EL MUNDO
En los países más afectados, como China, Italia, España o Estados Unidos, los satélites confirman niveles más bajos de contaminación del aire. En China concretamente, la segunda economía más potente del mundo, el cierre forzado de fábricas y la reducción de vuelos resultó en una reducción del 25% en las emisiones de dióxido de carbono. En Italia, además, hemos visto que en ciudades como Venecia, el agua de los canales vuelve a ser cristalina.
En España, por otro lado, las medidas decretadas para la lucha contra el COVID-19 han reducido los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2). Uno de los principales responsables de la contaminación del aire, un 64% de media en la principales ciudades españolas, siendo Barcelona la que obtiene los resultados más significantes, con una disminución del 83%. Del mismo modo, en Madrid ha bajado el 73% y Valencia ha visto disminuir su contaminación ambiental en un 64% también.
EL REVERSO DE LA MONEDA
Aún así, los expertos temen una posible reversión en estos datos cuando esta situación finalice. Es decir, se teme a una posible explosión de emisiones contaminantes cuando los gobiernos implementen medidas para estimular la economía. Esto, en consecuencia, nos llevaría a un aumento de la contaminación tal y como ha sucedido tras las últimas crisis financieras.
Podemos pensar entonces que las medidas futuras para estimular la economía tras esta crisis sanitaria podrían anular las reducciones temporales de las emisiones contaminantes. Ya que se espera que las principales economías mundiales prioricen el desarrollo en lugar de la detención del cambio climático.
Thorfinn Stainforth, analista de políticas del grupo de expertos del Instituto para la Política Ambiental Europea (IEEP), afirma que el aumento en el déficit público, y la deuda privada, pueden reducir el financiamiento y la inversión para mitigar y adaptarse al cambio climático. El analista agrega, sin embargo, que esta también puede ser una oportunidad para lanzar un “Plan Verde Marshall”, capaz de promover simultáneamente un retorno a la prosperidad y acelerar el camino hacia la neutralidad de carbono.
La amenaza del Covid-19 ha resultado ser muy eficaz para movilizar la atención mundial a causa del miedo. Algo que el “movimiento climático” nunca ha conseguido. Si el miedo por una pandemia mundial nos hace sentir la necesidad de cambiar nuestros comportamientos individualmente, ¿por qué no lo hacemos con el cambio climático y todos los efectos secundarios de los altos niveles de contaminación? Sin duda, es buen momento para la reflexión.